Buscar

...En definición [Prólogo]

Supongo que para empezar debería decir algo de mi. Ni siquiera se lo que hago aquí, ni porque escribo esto. Solo que ahora lo estoy haciendo. Mentira. Todo mentira. Eso es algo habitual en mí. Si se lo que hago aquí, (al menos tengo una vaga idea de ello) Y también por que hago esto. Si, antes de todo, supongo que quien quiera que lea esto, debería saber ante todo que se halla ante la tía más estúpida que he conocido a nunca. Si ¡felicidades se trata de mi misma! Ya, ya se, no tengo un alto concepto de mi. Pero que más da.

¿Qué por qué estoy aquí? Pues bien , para empezar, estoy aquí porque no se quién soy, porque con la excusa de descubrirlo, emprendí mil viajes en mi fantasía, y alguno escaso en la realidad, sí, lo de siempre. Todo lo que quiero se queda en nada. En fin, es plausible pensar que mi vida a sido una constante huida, ”en busca de la salida de emergencia” Inevitablemente, he llegado a la conclusión que soy una cobarde disfrazada de valiente que se mueve por imponentes suspiros de extrema brevedad y tal vez esto me lleva a cometer demasiados errores. Sin embargo, y por extraño que parezca intentando no caer en contradicciones, diré que no soy para nada una persona pasional. Todo lo contrario. ¿Pero que estoy farfullando? Veis como soy imbécil. Si ni siquiera sé como soy. Para  la mayoría de la gente soy una persona dura, y critica, a veces casi cínica, y si reconozco que  hay personas a las que me gusta hacer daño aposta.

En cuanto a por que escribo esto, pues porque ahora mismo no tengo nada más que hacer que mirar por el ventanal de este aeropuerto desde un cutre e incomodo banco de la Terminal internacional. Bueno, también puedo escudriñar a cada uno de los supuestos pasajeros que se hallan a mi lado. Sin ir más lejos, tres metros y dos maletas a mi izquieda, nos podemos encontrar con un hombre tal vez de mediana edad, extremadamente acicalado que mira su reloj, concretamente un rolex. Podría asegurar que un Prince de 1925. Bastante valioso para alguien como yo, pero una miseria comparados con otros. Ya se que puede resultar curioso que alguien como yo sepa todo esto, en fin, os tendréis que complacer con saber que mi abuela sentía gran pasión por estos relojes. Sin embargo, donde verdaderamente aprendí sobre esto fue en la calle.






0 comentarios:

Publicar un comentario